miércoles, 6 de enero de 2016

4. CONSTRUCCIÓN Y ESTRUCTURA

En la ARQUITECTURA PAULISTA, como cumbre del movimiento moderno en Brasil, la forma arquitectónica no es independiente a la construcción, ni a los materiales.

En la estructura de la casa PMR, se separan los elementos portantes de los elementos sustentados, como la cubierta y los cerramientos. De esta forma la estructura no determina la forma ni la distribución de espacios interiores, ni el exterior de la vivienda.

Paulo Mendes da Rocha busca usar del menor número de apoyos verticales posibles, que se reducen a cuatro pilares situados en el centro de la planta, simétricamente distribuidos. Estos soportes están separados de los muros laterales y elevan la vivienda con voladizos en cuatro direcciones. 

Momentos de viga continua en voladizo.
El uso del hormigón armado como material estructural, hace posible las grandes luces entre apoyos y los voladizos.

De esta forma gracias al material también es posible reducir el número de apoyos y al mismo tiempo se consigue aumentar la distancia entre ellos. La elección del material no es casual, si no que forma parte de la arquitectura, y crea su identidad formal. Hablamos sobre este tema en el apartado de MATERIALES en mecanismos de producción de significado. 



Se busca negar la existencia de apoyos o hacerlos mínimos, con el fin de dar la sensación de que la gran caja de hormigón levita en el aire. Por eso los pilares se llevan al centro de la planta, quedando ésta en voladizo.


Es necesario también el uso del entorno para lograrlo, se ocultan con el terreno (taludes) y con ayuda de las luces y sombras proyectadas. Por el contrario, la desnudez del hormigón visto y su textura, transmiten la naturaleza pétrea del material, y enfatiza la pesadez del volumen que configura la "gran caja". El gran peso que aparentan soportar los apoyos verticales, es aligerado constructivamente, vaciando los espacios entre vigas.


Estos cuatro pilares soportan, tanto el forjado de la primera planta, bajo el que queda un sótano libre; como el forjado de cubierta, bajo el cual se distribuye la vivienda. Dichos forjados consisten en dos grandes vigas principales de canto, a las cuales llegan por sus laterales, las viguetas que se encuentran en voladizo, y soportan la losa superior de suelo o la losa de cubierta. El espacio entre viguetas se aligera, quedando a la vista las caras laterales de estas, y de las vigas principales de canto.


La cubierta consiste en una gran losa de hormigón armado horizontal que se quiebra en dos de sus lados opuestos, hasta hacerse vertical, y que se proyecta hacia el perímetro de la vivienda. De esta forma la cubierta se convierte en cerramiento en dos de sus caras. La cubierta amplía los límites de la planta de la vivienda, ya que en la dirección perpendicular a las vigas principales, la losa de cubierta avanza más que la inferior. La losa abre pequeños huecos en sus lados verticales y en la parte superior horizontal, entre los espacios entre viguetas, en forma de pequeños lucernarios rectangulares, o tragaluces.


Los cerramientos, independientes a la estructura interior de pilares de hormigón armado, son en dos lados, la continuación de la cubierta, y en las dos caras abiertas se abre una gran ventana horizontal. Las caras abiertas, concretamente el plano de las ventanas, queda retranqueado con respecto al borde superior de cubierta, ya que éste vuela sobre el perímetro de la planta de vivienda.

"Arquitectura, básicamente es desafiar la ley de la gravedad. Eliminar apoyos, lanzar vanos, equilibrar espacio." Joâo Vilnova Artigas, precursor de la Escuela Paulista.
Artigas en su definición de arquitectura,  nos describe en cierto modo las "ideas paulistas" que luego aplica Paulo Mendes da Rocha en la casa que estamos analizando, así como en el resto de sus obras. 

ESTRUCTURA

La casa se construye en cuatro pilares, cortando el territorio de la colina sólo por debajo de la casa, para que la vía pública no interfiera dentro de ella, siendo al mismo tiempo colindante. Le siguen dos vigas principales que sostendrán la primera planta, y se repetirán otras dos equidistantes a las anteriores, con el motivo de crear una segunda planta. A continuación se añaden unas viguetas que sigan la dirección perpendicular de las vigas que se pusieron anteriormente, con el objetivo de poder soportar la carga del forjado, en ambas plantas. Por último, se cubre toda la estructura con hormigón armado. El proceso sería de la siguiente manera:




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