Paulo Archias Mendes da
Rocha, su nombre completo, nació en el puerto de Vitória, del estado de
Espirito Santo (Brasil), en 1928. Unos años después emigró con
su familia a São Paulo. El hecho de nacer en esa ciudad portuaria, donde tanto se construye, junto con los antecedentes de su familia de ingenieros serán determinantes en su decisión de formarse como arquitecto. Estudió arquitectura en la Escuela Politécnica, y
amplió su perspectiva en la Mackenzie Architecture School, graduándose en 1954, que lo
situó en el mero núcleo del movimiento paulista, la vanguardia arquitectónica
de su país. Los
arquitectos de esta generación atienden a la inmensa demanda de construcción de
viviendas, edificios de oficinas, cines y residencias de la clase media y de la
elite paulista.
La arquitectura de Mendes da Rocha crea espacios internos y externos, relacionándolos en permanente continuidad y por ello proporcionando una gran integración socioambiental, Busca un diálogo entre la construcción y su entorno, ya sea un entorno natural o urbano, no es un mero escenario sino que forma parte de la obra. En muchos casos sus obras aparecen elevadas, liberando la planta baja y ofreciendo de este modo una continuidad visual y espacial que no es entorpecida por la edificación. Los apoyos se reducen al máximo, ofreciendo una sensación de levedad.
La arquitectura de Mendes da Rocha crea espacios internos y externos, relacionándolos en permanente continuidad y por ello proporcionando una gran integración socioambiental, Busca un diálogo entre la construcción y su entorno, ya sea un entorno natural o urbano, no es un mero escenario sino que forma parte de la obra. En muchos casos sus obras aparecen elevadas, liberando la planta baja y ofreciendo de este modo una continuidad visual y espacial que no es entorpecida por la edificación. Los apoyos se reducen al máximo, ofreciendo una sensación de levedad.
En 1964 Mendes da Rocha diseña su propia vivienda, construida en el barrio Butanta de São Paulo, que finaliza en 1967, casa PMR. El edificio se proyecta con la idea de prefabricación, con una estructura modular para adaptarse a futuros cambios, aunque se construye con hormigón en el terreno.
Paulo Mendes da Rocha retoma en 1980 su labor docente en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo, actividad que continuará de forma ininterrumpida hasta 1999. Ha sido ganador del Premio Pritzker en 2006, y actualmente Paulo Mendes da Rocha continúa en activo a sus 87 años
"El grado de civilización de un pueblo no se mide, hoy en día, por sus monumentos o palacios, sino por cómo son sus casas."
Puedes ver aquí una interesante ENTREVISTA A MENDES DA ROCHA
TEORÍAS DE PAULO MENDES DA ROCHA.
> "Una simple pintura es un revestimiento químico, sin duda. La naturaleza es mucho más que un trozo de material. No veo interesante esa mímesis con la naturaleza. Me parece una tontería revestir un edificio. La arquitectura debe expresarse desde su naturaleza."
Con esta gran frase del arquitecto, nos damos cuenta de que la naturaleza es muy importante para la arquitectura, y viceversa; están conectadas entre sí. Si no existiese entorno, no tendríamos visión espacial, por lo que no habría manera posible de poder crear. Por eso hay que resaltar lo que hay alrededor, y para ello Paulo excluye cualquier tipo de revestimiento y prefiere lo natural como puede ser el hormigón, por ejemplo; con su color neutro que lo hace propio del paisaje.
> "El proyecto ideal no existe. Cada momento es una oportunidad para hacer una aproximación.''
El arquitecto señala un mundo en movimiento, por lo que nadie puede hacer algo perfecto ni somos perfectos. Cada cual tiene su forma y su técnica, su imaginación, su esencia. Cada momento será el perfecto para crear algo que se acerque a la idea, nunca llegará a ser la idea en sí. Un proyecto de un edificio, sea de Paulo o nuestro, nunca se proyecta tal y como está en mente, ya que se empiezan a ver otras cosas en la realidad que hacen que, tarde o temprano, hagas modificaciones en la idea que pretendes construir. Todo fluye.
> "Los arquitectos no deberíamos pensar en espacios privados y espacios públicos. Si es espacio, debería ser público. El único espacio privado es la mente humana y el gran deseo del hombre es que su mente se haga pública, que logre comunicarse. Sin los otros las personas no somos nada y eso debería reflejarlo la arquitectura."
A lo que se refiere aquí el arquitecto, es a que la única manera de que algo sea privado es que de ninguna manera podamos acceder a lo que piensa uno, así que la mente es un lugar en el que solo alberga una conciencia, pero nadie más puede acceder a nuestro lugar, a no ser que conectemos con otras conciencias y compartamos todo lo nosotros pensamos e ideamos, y eso es necesario ya que el ser humano no puede vivir siempre en soledad, aunque a veces sea necesaria, y por lo tanto todo lo que nos rodea tendrá que ser público, un lugar donde poder contactar con otras personas. No habrá nada más privado que uno mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario